En jugadores como este, nació el "histeriqueo del fútbol", basado en darle de probar de tu
Algo casi como eso pasó con Martín Mandra, este atacante que dejó un
Pero en Nueva Chicago no son nada tontos, y lo agarraron del brazo apropiándoselo ni bien lo desalaron en Avellaneda. El tipo, eternamente agradecido, clavó más de un gol cada 2 partidos de los 28 que jugó. Transcurriendo 1997, se transformó en el jugador más
Los dirigentes del Torito sabían que era insostenible su estadía en la segunda categoría, y Ferro echó las garras sobre él para llevárselo. ¿acierto? ¡por supuesto! porque tras su buena temporada cabalgando el Caballito, cumplió su sueño de partir a Europa y ser contratado por Rayo Vallecano. Y viceversa. Una pena para los hinchas del verde.
Sin dudas vivió allí el acontecimiento más lindo de su carrera: la llegada del nuevo milenio. Porque de fútbol, ni hablar. 2 partidos bastaron para marginarlo y decirle chau. Pero los gallegos, felices eh!
Pero no lo iban a sacar tan rápido de la Primera División. Porque el Paniliakos de Grecia (cuando no estos helenos) le ofreció quedarse un año en sus tierras. No cumplió con sus expectactivas, porque hizo 6 goles en un año, pero los griegos quedaron chochos de que se haya sacrificado por ir a tierras tan inhóspitas. "vení a visitarnos" rezaba el pasacalle colgado en el aeropuerto.
Martín había decidido dejar de priorizar el engorde de su cuenta bancaria
Igual, las estadísticas no dejaban de darle la derecha para ir por fin al fútbol rosarino. Rosario Central estaba ansioso por sacarle el jugo. Y vaya si lo hizo: otro doblete a la T, dos goles más y...se le acabó el jugo. Porque como el año anterior, tuvo un Clausura 2003 que te lo regalo. Pero si le preguntás al rosarino futbolero, te dice "era un buen jug...un buen tipo, sí"
Guarda, que este muchacho contrata unos asesores en marketing impresionantes, porque su paso por el "canalla" le dio vía libre para acoplarse al Nüremberg germano. Pero la mentira tiene patas cortas: 1 partido y a mudarse nuevamente (eso sí, con un fangote de guita en el bolsillo).
Indudablemente, recorrer el Viejo Mundo te da un poco de crédito para seguir haciendo andanzas por este bello deporte. Gimnasia de la Plata se creyó el cuento del tío y le hizo firmar un contrato creyendo que lo estaba estafando a él. Pero todo salió mal porque apenas disputó 7 encuentros y no la embocó nunca.
Así es la vida, Martín. Inhale, exhale.
Nueva Chicago se aferró al pasado y se lo llevó, tirando un gran manotazo de ahogado de cara a la pelea por la permanencia. Nuestro hombre no pudo convertir más que dos goles en el semestre. Descenso y cortocircuito para siempre. Avergonzado, se exilió en tierras incas y recaló en San Martín de Porres, donde se dio una nueva oportunidad para el segundo semestre del 2004. Tuvo un mejor desempeño y pudo armarse de valor y volver a Argentina.
Nuevamente lucharía el descenso, y esta vez la cuestión sería crónica, porque lo esperaba nada menos que Huracán de Tres Arroyos, en su corta experiencia por la Primera. Apenas jugó 4 partidos, aunque está completamente justificado, porque eran su competencia el "novillo" García, "bibi" Gonzalez y "extranjero" Vannieuwenhoven. A no quedar en ridículo otra vez, y a saber irse antes de tiempo, se ha dicho. Y el segundo semestre lo hizo vistiendo la casaca de Belgrano de Córdoba, en la B Nacional. Tampoco le fue bien. Marcó 3 goles, pero es demasiado poco para un hombrecito que jugó en Rayo Vallecano.
Hablando de España, Mandra aprendió de su paso por Europa y escuchar esa palabra era sinónimo de euros. Entonces, ni lerdo ni perezoso, convenció a Melilla de que
"Por eso canción llévame lejosss, donde nadie se acuerde de mí..." ¿y dónde podía hacer realidad el famoso tema de Babasónicos? en Ecuador. Y en realidad, conoció una segunda cara de sí mismo. Porque el Deportivo Azogues le dio una linda chance de
Mandra, triste por contraer dengue. Andrizzi, felíz por su reciente Copa Sudamericana en Arsenal de Sanrandí. ¿ah, es al revés? (*)
Manta quería comprobar si le quedaba algún resto, y le sacó lo último, porque cuando volvió a Quito al año siguiente, colgó los botines. En definitiva, una carrera que le encantaría hacer a cualquiera, y qué más lindo que hacerse desear y dejar tus
(*) Foto extraida de www.enunabaldosa.com
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